ESTADIO ELÍAS CHEGWIN SERÁ DE TALLA INTERNACIONAL

Viernes 8 de junio de 2018.

Con un avance en obras civiles del 96% y cumpliendo todos los estándares exigidos por la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), el remodelado estadio Elías Chegwin estará listo en los próximos días para recibir a los deportistas que participarán en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018.

El alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, dio un parte altamente positivo sobre el estado actual de los trabajos. “Estamos orgullosos de tener tan avanzado un escenario como el Elías Chegwin, sin duda esto permitirá que se masifique el deporte en los muchachos. (Debo dar) Todo el reconocimiento a nuestros obreros que hoy permiten tener tan adelantado un estadio de lujo, con mucha tecnología, y en un sitio estratégico de la ciudad, contiguo al Suri Salcedo y cerca al Romelio Martínez, también recuperado y puesto en funcionamiento hace pocos días”, expresó Char.

Madera fina

En estos momentos el principal frente del proceso constructivo se concentra en la instalación del maderamen de última tecnología, el cual permitirá a los deportistas gozar de un escenario de talla internacional. La estructura de la cancha fue diseñada y elaborada por la firma italiana Mondo, según confirmó el ingeniero William García, director de obras. Las dimensiones son de 24,2 metros de ancho por 44,2 metros de largo.

“La cancha de madera consta de tres capas, todas soportadas por una capa de almohadillas de neopreno, material sintético polimerizado que permite suavizar o amortiguar las fuertes pisadas o brincos de los jugadores evitándoles daños en sus articulaciones. En estos momentos se está colocando la última capa, que es el revestimiento final o superficie de juego. Luego pintaremos la demarcación y finalmente colaremos una capa especial de laca poliuretánica”, explicó.

Y agregó que “los deportistas encontrarán un escenario de lujo por la cancha que es construida con madera europea por una firma que tiene amplia experiencia mundial y que garantiza que durante los juegos no vamos a tener inconvenientes”.

Clima ideal

En el coliseo Elías Chegwin ya se terminó de instalar el sistema de aire acondicionado central, con capacidad para refrigerar todo el escenario. También se culminaron las tribunas y se instaló toda la silletería especial. El escenario posee también ventanería de última tecnología, camerinos completamente dotados, iluminación LED especial para transmisiones de televisión en alta definición, cinco palcos VIP, dos enormes tableros digitales, marcadores electrónicos, área de servicios y administración deportiva.

Otra parte muy especial del estadio es el techo, el cual es arquitectónicamente novedoso, y consiste en una cubierta flotante de casi media hectárea con un diseño tridimensional en estructura de aluminio, con unas 20.000 piezas elaboradas artesanalmente e instaladas con más de 43.000 tornillos.

“La cubierta ayuda al sistema de enfriamiento del escenario, de tal manera que permite bajar la temperatura hasta en 4 grados, proporcionando condiciones climáticas ideales para un juego, algo que difícilmente se puede encontrar en otro estadio de Colombia”, enfatizó el director de obra.

Aunque el coliseo Elías Chegwin será el recinto deportivo para baloncesto durante los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018 en Barranquilla, el proyecto constructivo se concibió para que después de las justas también se pueda usar para Futsal (fútbol sala) y voleibol. Por ello se amplió la cancha en dos metros para las áreas de retiros que exigen estas dos últimas disciplinas deportivas.

La capacidad del Elías Chegwin es de 2.460 sillas fijas y adicionalmente cuenta con espacio para graderías móviles que aumentaría el aforo a 3 mil espectadores.

La obra la ejecuta la Unión Temporal Juegos del Caribe (integrada por las sociedades Constructora Delca S.A.S., Mosel S.A.S. y Martínez Caballero S.A.S.), en cuyo proceso constructivo participaron unos 120 obreros. Los diseños originales fueron contratados para el Distrito por Edubar S.A. con la arquitecta barranquillera Katia González. Edubar también se encargó de hacer seguimiento a las obras.